“El progreso consiste en
renovarse”, luego de que el mundo conociera esta frase de quien fue filósofo y
escritor español, VICTOR CORDOBA HERRERO, hicimos nuestro el refrán “renovarse
o morir” y de ahí un sin número de adaptaciones del mismo, aplicadas siempre al
mismo objetivo, renovarse para crecer, renovarse para lograr mayor fortaleza,
renovarse una y otra vez en cualquier aspecto.
“La renovación como instrumento
de progreso” citaba el escritor en mención, lejos de solo tener entusiasmo, la
modernización inicia en un suspiro seguido de decisiones y acciones para poner
en marcha la renovación. En nuestros días los avances tecnológicos nos permiten
tener un aliado muy versátil en el momento de renovarnos, la oportunidad de
hacerlo es enorme, los cambios tecnológicos nos ofrecen día a día sin perder
uno solo la oportunidad de hacerlo, la frecuencia en los cambios de modelos de
cualquier objeto y sus innovaciones nos invitan a hacerlo.
Un móvil nuevo, una tableta,
computo personal, un coche, una pantalla, equipo de sonido, queriendo mencionar
los más veloces en el aspecto de actualización y podríamos resumir en
clasificar como rubro de todas aquellas herramientas que nos hacen la vida más
progresista y optimizan nuestros tiempos.
Ante esta situación la cuestión
es, como decido que debo renovar, ¿Será acaso una situación de gusto por la
tecnología lo que debiera decirme que debo remozar mis herramientas para tener
progreso en la productividad diaria y la de mi empresa u organización?
El caso es que previo al suspiro
del momento de la decisión, antecede una evaluación de diferentes aspectos como
el precio de modernizar alguna de las herramientas, a veces en la situación de
“renovarse o morir”, donde llamo así a la situación donde no hay alternativa,
cuando es imperativo renovarse y a pesar de lo costoso o complejo haya que
hacerlo.
Pensando en esto, la
recomendación de que es lo que se debe actualizar primero, será la de tener
renovación constante, sin que signifique tener siempre el último grito de la
moda, pero tampoco estemos en la situación de no tener alternativa.
Esto sin duda evitara costos
económicos, de factor de cambio, de estabilidad y nos posicionara de manera
constante en la ruta del progreso, del cambio, de la adaptación y con ello la
posibilidad de poder enfrentar los retos personales y organizacionales que nos
aguarden.
La clave será tener un plan de
constante renovación, las decisiones y acciones que les sigan harán posible que
otros también lo hagan junto con nosotros y tengamos un resultado mayor.
¿Qué podríamos renovar hoy?
esta interesante
ResponderEliminar