miércoles, 2 de abril de 2014

La Renovacion como instrumento de Progreso


“El progreso consiste en renovarse”, luego de que el mundo conociera esta frase de quien fue filósofo y escritor español, VICTOR CORDOBA HERRERO, hicimos nuestro el refrán “renovarse o morir” y de ahí un sin número de adaptaciones del mismo, aplicadas siempre al mismo objetivo, renovarse para crecer, renovarse para lograr mayor fortaleza, renovarse una y otra vez en cualquier aspecto.

“La renovación como instrumento de progreso” citaba el escritor en mención, lejos de solo tener entusiasmo, la modernización inicia en un suspiro seguido de decisiones y acciones para poner en marcha la renovación. En nuestros días los avances tecnológicos nos permiten tener un aliado muy versátil en el momento de renovarnos, la oportunidad de hacerlo es enorme, los cambios tecnológicos nos ofrecen día a día sin perder uno solo la oportunidad de hacerlo, la frecuencia en los cambios de modelos de cualquier objeto y sus innovaciones nos invitan a hacerlo.

Un móvil nuevo, una tableta, computo personal, un coche, una pantalla, equipo de sonido, queriendo mencionar los más veloces en el aspecto de actualización y podríamos resumir en clasificar como rubro de todas aquellas herramientas que nos hacen la vida más progresista y optimizan nuestros tiempos.

Ante esta situación la cuestión es, como decido que debo renovar, ¿Será acaso una situación de gusto por la tecnología lo que debiera decirme que debo remozar mis herramientas para tener progreso en la productividad diaria y la de mi empresa u organización?

El caso es que previo al suspiro del momento de la decisión, antecede una evaluación de diferentes aspectos como el precio de modernizar alguna de las herramientas, a veces en la situación de “renovarse o morir”, donde llamo así a la situación donde no hay alternativa, cuando es imperativo renovarse y a pesar de lo costoso o complejo haya que hacerlo.

Pensando en esto, la recomendación de que es lo que se debe actualizar primero, será la de tener renovación constante, sin que signifique tener siempre el último grito de la moda, pero tampoco estemos en la situación de no tener alternativa.

Esto sin duda evitara costos económicos, de factor de cambio, de estabilidad y nos posicionara de manera constante en la ruta del progreso, del cambio, de la adaptación y con ello la posibilidad de poder enfrentar los retos personales y organizacionales que nos aguarden.

La clave será tener un plan de constante renovación, las decisiones y acciones que les sigan harán posible que otros también lo hagan junto con nosotros y tengamos un resultado mayor.

¿Qué podríamos renovar hoy?

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